Los instrumentos para adivinar cambian con los tiempos (la cartomancia)
El interés por el conocimiento del futuro ha empleado muchos esfuerzos humanos. En todas las épocas se han cultivado las ciencias adivinatorias con las que dar satisfacción a estas inquietudes. Los conocimientos para adelantarse en el tiempo a los acontecimientos atrae siempre por igual a las masas populares que a las élites intelectuales.
Los misterios del mundo dejan sus claves para la interpretación en los elementos materiales de la realidad. La lectura de estas señales aporta los medios para anticiparse al porvenir. En las formas de establecer la correspondencia entre señal y significado la cultura de cada época es fundamental.
La persona que pretenda esta interpretación ha de estar dotada con una sensibilidad especial. La familiaridad con el manejo de instrumentos de gran carga simbólica permite centrar esa capacidad. Las cartas incorporan un aspecto lúdico que facilita el fluir de la información desde su significado oculto.
Las cartas, un libro manejable, cambiante y secreto
La cartomancia no pretende como el tarot adentrarse en los planos profundos de la personalidad. Busca resultados más inmediatos y contrastables. Su riesgo es por lo tanto mayor. El acontecimiento anunciado por las cartas no puede diluirse en valoraciones subjetivas. Los efectos que los aciertos provocan en el practicante generan una gran dependencia.
Mantener una distancia prudente con los significados ayuda a gestionarlos sin carga emotiva. Si el conocimiento tiene un efecto que provoca ansiedad los pronósticos no tendrán otro fin que alimentar esa perturbación. Por esto la cartomancia exige siempre un gran equilibrio psicológico.
La tirada de cartas y su lectura
La interpretación cuidada y personalizada de una tirada de cartas debe llevar de forma fiel los que símbolos que manifiestan. A partir de aquí la necesaria aclaración es una capacidad personal de todas las personas que intervienen.
El profesional de la cartomancia está al servicio de facilitar los mejores resultados con estos presupuestos. El criterio de la calidad del servicio es la capacidad que se otorga al cliente de mejorar su vida. Y la vía para conseguirlo en este caso es anticipándose a los acontecimientos importantes que saldrán a su encuentro.
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